martes, 19 de octubre de 2010

NARRATIVA Y CUENTO CORTO: De la Serie Puros Cuentos: “9, 760 Kilómetros a través de la India”. Parte XIV: “DIKSHA BHOOMI”

Kultur-Tulum:


NARRATIVA Y CUENTO CORTO:


De la Serie Puros Cuentos: “9, 760 Kilómetros a través de la India”.

Parte XIV: “DIKSHA BHOOMI”




__ Muévase un poco más hacia el centro, dijo Prabhupada, dirigiéndose hacia su amigo el viajero.

__ ¿Estoy bien aquí, contestó él de inmediato, mientras se movía unos cuantos ladrillos más a su izquierda, calculando encontrarse en posición perpendicular a la parte central de aquella enorme bóveda de concreto en forma de cúpula.

__ Levante la vista y compruebe usted si su cabeza está exactamente debajo del centro cupular, instruyó de nuevo Prabhupada.

El viajero alzó su mirada y comprobó que el agujero circular que marcaba el centro geométrico de la bóveda estaba justo sobre su cabeza, a una considerable altura.

__ Ahora sí, ya estoy bien situado, se escuchó decir al viajero, mientras se paraba con los pies muy juntos el uno del otro en un mismo recuadro del piso, con los brazos extendidos hacia abajo en forma paralela a su cuerpo.

__ Muy bien, ahora grite algo, le instruyó de nuevo Prabhupada.

__ ¿Cómo qué?, preguntó el viajero.

__ Cualquier cosa, lo que se le ocurra, le contestó de inmediato.

__ ¡¡ Nagpur ¡¡ ¡¡ Nagpur !!

De inmediato un eco vibratorio multiplicado en potencia a la voz original se esparció en todas direcciones, provocando el agudo tintineo de miles de diminutas partículas de vidrio, que colgaban del techo dispuestos en forma de largos rosarios colocados en la circunferencia interna de aquella bóveda.

El tintineo se escuchaba con mayor potencia por el efecto mismo del eco que prevalecía en el interior de aquella enorme cúpula, siendo audible durante varios segundos para todos los asombrados visitantes locales y turistas que en ese momento se encontraban dentro de ese monumento religioso.

__ ¿Cómo se explica eso?, se escuchó decir al viajero visiblemente asombrado.

Prabhupada no pudo ponerle atención en ese momento, pues en ese instante varios turistas se acercaron a él para pedirle que repitieran el ejercicio y poder grabar los agradables sonidos que producía el fenómeno.

__ Un momento, por favor mi amigo, ya le explicaré qué es lo que sucede aquí, dijo aquel hombre a su amigo el viajero, mientras continuaba explicando a los visitantes arremolinados a su alrededor, que en ese mismo lugar, el 14 de octubre de 1956, se habían convertido al budismo cinco millones de almas hindúes.


Sergio Barrios.